¡Nooo!, ¡Tiene fiebre! 06/03/2015

Mamá, ¿alguna vez te ha pasado ver a tu bebé un poco extraño, con los ojos llorosos y un poco triste?... pusiste tus labios en su frente y ¡oh no! ¡Tiene fiebre !!

Tranquila mamá, la fiebre no es una enfermedad, sino un síntoma que se manifiesta cuando la temperatura corporal, normalmente entre 36 ° C y 37.2 ° C, aumenta 0.5 ° C por encima de sus valores normales.

La fiebre es la primera arma de defensa de nuestro cuerpo contra virus y bacterias.

Cuando la fiebre dura más de 24 a 48 horas, es aconsejable identificar las causas para abordarlas de la manera apropiada contactando a tu pediatra.

Puesto que cada infección es potencialmente capaz de provocar fiebre, es necesario evaluar más síntomas adicionales para determinar el problema, por ejemplo tos, resfriado, vómito, diarrea, manchas en el cuerpo, etc.

La fiebre se mide con el termómetro. En el mercado existen diversos tipos: líquido, digital, auriculares, infrarrojos, etc. sin embargo es importante recordar algunas pequeñas indicaciones.

Para los niños menores de 1 año el mejor método para la toma de temperatura es el rectal, colocándole de espaldas y manteniendo sus piernas elevadas o bien boca abajo. La punta lubricada del termómetro viene insertada delicadamente en el recto. Es muy importante mantener al niño quieto y tranquilo durante todo el tiempo necesario para la medición. La temperatura rectal es 0.5 ° C más alta que la temperatura externa de la piel, por lo cual se debe restar 0.5 ° C del resultado obtenido.

Para medir la fiebre en la boca, es necesario no tomar alimentos calientes o fríos al menos media hora antes de la medición, de esta forma no se altera el resultado.

Para la medición axilar clásica, el termómetro debe posicionarse en contacto con la piel seca.

No se mide la temperatura apenas el niño se ha despertado y aun esté cubierto, inmediatamente después de correr o haber sudado, ya que el resultado puede estar alterado.

Reiterando la necesidad de acudir a tu pediatra, quien evaluará el cuadro de salud general, he aquí algunos consejos más: deja que el niño descanse, prueba a que tome bebidas en poca cantidad pero con mayor frecuencia, mejor si son endulzadas como el té o el jugo de frutas; No lo obligues a comer, sin embargo opta por una dieta ligera y digerible.

No lo cubras demasiado, incluso si se queja del frío, no calientes demasiado su habitación (18 ° - 20 ° es la temperatura ideal). Si la fiebre sube a 38 ° C o más, emplea esponjas calientes en la frente, muñecas y tobillos y un antipirético. En situaciones peores, por ejemplo, si el niño no puede permanecer despierto, tiene labios o uñas azules, convulsiones o dificultades para respirar, es mejor trasladarse a la sala de urgencias inmediatamente.

Estas son solo notas con un fin informativo y nunca reemplazan o sustituyen el diagnóstico del pediatra

Fuente: http: //www.pediatriapratica.it

Imagen: http://www.infermieriperlasalute.it