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Niños y Lenguaje: Malas Palabras 19/10/2016

 

De donde vengo se dice que los niños son como esponjas. ¿Has visto lo que hace una esponja? en contacto con el agua absorbe rápidamente toda la que puede.

Ahora imagina a tu hijo como una esponja y todo lo que lo circunda es agua. Está rodeado de tantas situaciones, gestos, cosas bellas o desagradables, el afecto de miembros de su familia, amigos, la naturaleza, de dibujos animados, ejemplos de otros adultos...

¿Cuántas veces se nos escapa una mala palabra? es decir una maldición o una palabra sucia. Pues bien, tarde o temprano las escucharemos de nuestros hijos, porque ellos son como esponjas que así como absorben nuestros besos también absorben nuestras malas palabras.

La evolución (si podemos definir esta situación) del uso de una mala palabra, sigue un patrón que podemos resumir de esta manera: Escucha, Interés, Uso, Desaparición.

Escucha

¿Dónde escuchan nuestros hijos las malas palabras? Sencillo: de los adultos. Incluso si en casa prestamos atención a la forma de hablar, porque siempre habrá alguien que no lo haga. Y al igual que un virus, las malas palabras también se transmiten en la escuela, escuchadas de sus compañeros de clase.

Interés

Esta nueva palabra se vuelve interesante cuando despierta una reacción en los padres: Si dejamos ver que esta palabra nos ha divertido significa que la aprobamos y es probable que esta palabra sea algo agradable de decir. Por el contrario, si mostramos preocupación y regañamos a nuestro hijo el podría usar esta palabra para provocarnos.

Ignorar tampoco es una buena solución ya que en este caso nuestra indiferencia despertaría un mayor interés en nuestros hijos.

Es mejor minimizar lo que sucedió, preguntando al niño dónde escuchó esa palabra y sobre todo si conoce el significado de lo que dijo. Si no lo sabe, entonces ¿por qué usar esa mala palabra?

Uso

Si a pesar de toda nuestra buena voluntad nuestro hijo continúa repitiendo esa mala palabra, podría estar haciéndolo para atraer nuestra atención, porque sabemos que todo lo que está prohibido es misterioso y atractivo para ellos. Cuando sea un poco mayor, el niño comprenderá la función ofensiva y el significado de una mala palabra y tal vez limitará su uso a ocasiones de ira.

Desaparición

Las malas palabras... de la misma manera que llegan se van. ¡Ten confianza y paciencia!

 
Publicado en: Belleza y Salud

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