Discalculia, cuando los cálculos son un problema 06/07/2017

Hablamos de un pequeño trastorno que generalmente acompaña a otros trastornos, pero en casos raros puede aislarse.

La discalculia es la dificultad en el aprendizaje de las matemática, el sistema de numeración y cálculo.

Pero tenga cuidado: ya que no estamos hablando del niño o el adolescente que no entendió la lección de matemáticas. Se habla de un trastorno específico real en ausencia de lesiones neurológicas y problemas cognitivos de diversos tipos.

La discalculia se divide en:

- PRIMARIA se refiere a la perturbación de las habilidades numéricas y aritméticas.

- SECUNDARIA se presenta en asociación con otros trastornos del aprendizaje, como la disgrafía, la dislexia, etc. el problema debe tratarse desde el origen y no solo como un trastorno de cálculos en sí mismo.

Los niños que padecen de discalculia tienen dificultad en toda la esfera de las matemáticas:

- no logran reconocer los números sobre todo si están formados por varios dígitos (por ejemplo 1234), las unidades individuales que componen el número (por ejemplo, el número 1, 2, etc.) y no entienden las relaciones entre los números mismos (por ejemplo, 1 millar, 2 cientos, 3 decenas y 4 unidades); tienen dificultad para escribir los números en orden ascendente 1-2-3-4 y decreciente 4-3-2-1 y en el dictado de los números mismos, sin poder transcribirlos

- no memorizan las tablas de multiplicar

- tienen problemas con el cálculo de las cuatro operaciones matemáticas y reconocer los signos de las mismas (suma +, resta -, multiplicación x, división /)

- no asocian una cantidad específica con el número

- no logran aplicar las reglas para hacer los cálculos, como colocar en columnas las cifras (por unidades, decenas y centenas) para realizar operación de adición o sustracción

- en el texto de una operación matemática, no reconocen los elementos indicados para resolver el problema, es decir, los datos necesarios para el cálculo

Además

- tienen dificultades en los movimientos finos y delicados

- tienen dificultad para gestionar el espacio-tiempo y lo visual-espacial, no organizando el espacio en la hoja

Diagnosticar la discalculia no es fácil ya que primero deben ser excluidas las causas neurológicas y los déficits particulares. Se realizarán pruebas para determinar si el niño tiene un coeficiente intelectual promedio y a partir de este punto se procede a análisis más específicos de las habilidades de movimiento voluntario, espacial, memoria y lenguaje.

A través de otras pruebas, se evaluará si el niño sabe leer y escribir números, si sabe como resolver problemas con el cálculo, si puede contar en orden ascendente o descendente, etc.

Obviamente se tratan de pruebas específicas para la edad y el nivel escolar del niño.

Desafortunadamente la discalculia es menos conocida respecto a otros trastornos del aprendizaje y la rehabilitación tiene menos posibilidades de intervenir adecuadamente.

Cierto es que debe haber una estrecha colaboración y confianza entre la familia y la escuela para ofrecer al niño las herramientas necesarias para tratar y resolver el problema.